Otra alternativa ( capítulo 15)

Edward Cullen
Mi reacción no se hizo esperar, tan asombrada estaba como asustada, Por instinto me zafé de su mano y retrocedí hacia atrás arrastrándome como pude. Mis ojos no dejaban de escrutar su pálido rostro, este hacía lo mismo conmigo, estaba segura de que podía ver el miedo que estaba sintiendo en ese momento.
Era Edward Cullen si, hasta aquí podía ser algo normal, raro pero podría ocurrir, lo que si era realmente extraño es que pese a los 10 años que habían transcurrido, mantenía el mismo aspecto de adolescente de 17 años y eso ya no era normal.
De pronto me vino a la memoria la famosa leyenda urbana que corría por Forks, aquella que Anne y Mark me habían contado no hacía mucho. Los cullen eran vampiros.
De nuevo miré a Edward que me seguía observando en silencio a la misma distancia que le había dejado, pues no se había movido ni un centímetro..
Analicé con agrado, todo hay que decirlo, cada parte de su anatomía, pues pese a lo asustada que estaba era un deleite observarle, pude ver como sonrió mientras pensé en esto y sentí como me subían los colores.
Entonces Edward habló,
- No era mi intención asustarte, créeme hubiese preferido que te enteraras de otra forma..
- ¿Enterarme de que? – pregunté haciéndome la tonta, en realidad me daba vergüenza confesarle que creía a pies juntillas la historia que me habían contado mis compañeros de clase, de nuevo sonrió

- ¿ Qué ocurre?- Pregunté indignada, esa sonrisita empezaba a frustrarme ,
- Nada, es, bueno tu cabeza es... interesante- dijo divertido.

- ¿Interesante mi cabeza? Comencé a tocarme la sien buscando algo anormal en mi cabeza, pues no entendía porque me decía algo así..

- No tranquila, a tu cabeza no le pasa nada- comenzó a reírse divertido, en cambio yo no le veía nada gracioso a aquella situación.

- Sé quien eres- le dije muy seria.
- Lo sé
- ¿ Cómo lo sabes?
- ¿En serio quieres que te conteste a eso?
Me levante de un salto y me acerqué hasta el, cogí su mano como el había cogido la mía y de nuevo sentí el frío sobre mi piel, solté su mano suavemente .
Llevé mi mano hasta su pecho a la altura de su corazón, entonces el me interrumpió:
- No es necesario que hagas eso – pese a su advertencia puse mi mano sobre su pecho, nada no sentía nada, solo frío. Acerqué mi cabeza acoplando mi oído sobre su pecho para asegurarme, tampoco había nada,solo frío.
Nos miramos durante unos segundos, sus ojos eran del color oro, del color de la miel, los mas dulces que había visto en mi vida.¿ Sería posible que fuese un vampiro?
En la mitología vampírica no había vampiros tan abrumadores , ¿sería ahora cuando se me abalanzara sobre el cuello y me chupara la sangre? De nuevo debió pasar algo que se me escapó, ensimismada como estaba, Edward comenzó a reírse a carcajadas.
- ¿ Se puede saber que es lo que tanta gracia te hace? Me sentía furiosa .
- Lo siento, eres muy divertida, reconozco que me estas haciendo pasar un rato agradable
- Creo que no lo entiendo
- Desde luego mereces una explicación.
- ¿también vas a explicarme por que tu corazón no funciona?
- Eso no es necesario, sabes porque mi corazón no late.Me quedé helada con su respuesta,¿acaso reconocía que era un vampiro?
- Creo que deberías volver a casa, tus padres estarán preocupados
- Si pero ¿me darás la explicación por el camino?
- No creo que me de tiempo - entonces en apenas milésimas de segundo me colocó sobre su espalda como si de una mochila se tratase
- ¿ estas lista?
- ¿lista para que? -Grité aterrorizada.
- ¡lista para volar!
Como un rayo cruzó el bosque, escondí la cabeza y cerré los ojos,pues la sensación era precisamente la que el me había dicho, era como si estuviese volando.
De pronto se detuvo y me bajo de su espalda. Abrí los ojos y me encontré en mi casa.
Edward Cullen ya no estaba.
Entré en casa desorientada, me encontré a mis padres con el jefe Swan, mi madre acudió a mi para abrazarme, preguntándome una y otra vez si me encontraba bien.
Justifiqué mi marcha como mejor pude, diciendo que había salido a tomar el aire, pues no pensaba que el cielo se despejaría tanto y al ver que el sol se echaba encima decidí esperar a que cayese la noche.
Mis padres se conformaron con esa versión, no tanto el jefe de policía que no dejaba de mirarme . Cuando terminé de cenar subí a mi habitación, deseaba estar sola y pensar en todo lo que me había pasado en las últimas horas.
Intenté ordenar las ideas, me había encontrado con Edward Cullen, el era el misterioso chico que hacia unas semanas me había echado de la cabaña furioso, también era el quien me había salvado del lobo y¿ seria el quien me había salvado de nuevo? Además me había encontrado perdida en el bosque.
Dios mío ¿que estaba pasando? Era algo que se salía completamente de lo normal, ¿un vampiro?

Saqué la foto de Edward que conservaba, aquella con la que me había quedado. Era realmente hermoso, el corazón me latía a mil por hora cada vez que lo miraba.Aún quedaban muchas cosas que me intrigaban, pero Edward había desaparecido y no sabía cuando le volvería a ver, quizás en la cabaña, si, mañana iría en su busca. Tenía mil preguntas para el y sobre todo, me moría por volver a verle