Otra alternativa ( capítulo 8)

Preguntas
Recogí todo lo que contenía la caja y lo dejé en su lugar, pero antes miré lo que había en la pequeña caja cuadrada y me quede maravillada al ver que dentro se encontraba un precioso anillo ,parecía una antigüedad, era de una belleza extrema casi tanto como aquel chico de las fotografías.
Era muy tarde y debía prepararme para mi primer día de clase en Forks, algo que no me apetecía en absoluto.
Me cambie de ropa, me lavé los dientes y me metí en la cama dispuesta a disfrutar de otra noche sin pesadillas, pero la cama continuaba pareciéndome incómoda, por lo que una noche mas me tumbé en el sofá y me arropé con una colcha.
Me era imposible conciliar el sueño, en mi cabeza no dejaba de ver la imagen de aquel chico de ojos dorados y expresión triste.
¿ Por qué estaría triste? ¿ Que habría pasado?
A juzgar por su aspecto debía tener mi edad, 17 años mas o menos, pero si teníamos en cuenta que hacia al menos 10 que se habían marchado.... eso sumaban 27 años ¿y ella? ¿continuarían siendo novios?
Quizás estaba equivocada y no eran novios, solo amigos... pero la verdad es que lo dudaba, algo me decía que eran novios.
Me quedé dormida pensando en las posibilidades de éxito que tendría mi plan y con una imagen que era incapaz de borrar de mi cabeza, aquel chico tan perfecto, tan encantador.
Por la mañana desperté y tras ducharme y vestirme bajé a la cocina donde ya se encontraban todos, desayuné deprisa y cogí mis cosas.
Mi padre nos llevaría ese día a clase.
Chloe y yo teníamos permiso de conducir pero aún no teníamos coche, aunque esperábamos que eso cambiase en breve, ya que mi padre no podría hacer esa ruta todos los días, lo mas práctico es que tuviésemos nuestro propio vehículo.
El día en el instituto pasó muy despacio, mientras a mi hermana no le había costado nada conocer a gente e incluso inscribirse en el grupo de animadoras yo me había pasado todo el día sola.
La gente en aquel lugar debía de ser algo reservada, cierto era que yo no ponía mucho de mi parte, empezaba a odiar aquel instituto.
Al terminar las clases, mi padre nos esperaba para llevarnos a casa, Chloe le dio una excusa para no ir con nosotros y alegó que volvería a casa mas tarde, tenía que hacer un trabajo de Inglés con unas compañeras.
Estoy segura de que mi padre pensó como yo que se la estaba colando.
Me preguntó como me había ido el día y no me quedó mas remedio que mentir, diciéndole que había hecho muchos amigos y que estaba deseando que llegase mañana.
Cuando llegué a casa subí deprisa a mi habitación, y saqué de la caja la fotografía del chico de ojos dorados. La miré en silencio durante unos segundos, ¿era posible que solo deseara llegar a casa para ver esa imagen? ¿ qué me estaba pasando? ¿ me estaría volviendo loca?
Recordé que no había escuchado el CD y que era buen momento para hacerlo. Sin soltar la fotografía, cogí el CD y lo puse en mi equipo de música.
Me senté en el sofá a esperar que sonara algo, ya que no estaba segura de que fuera un audio, pero lo fue y fue la melodía mas maravillosa que podría haber escuchado jamás, parecía una nana, compuesta con mucho sentimiento.
No me sonaba en absoluto quien podría haberla compuesto, estaba segura que no se encontraba entre los clásicos.
Cuando mas absorta estaba escuchando la suave melodía, el gruñido mas feroz que nunca resonó en mis oídos dejándome completamente paralizada.
Esta vez tuve miedo, miedo porque estaba completamente segura que no había sido mi imaginación, miedo porque sabía que no era un oso, miedo porque sabía que iba dirigido a mi.
Necesitaba saber de donde procedía y por qué y quién gruñía, cada vez tenía mas claro que tenía que ver con aquella casa, pero yo no creía en fantasmas y tenía que haber una explicación racional para todo aquello.
Y¿ si todo estaba relacionado con la misteriosa caja?¿ O con la habitación o incluso el piano de cola?
Solo una persona podría contarme cosas sobre aquella familia, cosas sobre aquellas fotografías en la que cada vez estaba mas segura que se encontraba el misterio.
Esa persona era el jefe de la Policía de forks.
Cogí el número de teléfono de la agenda de mi padre quien se encontraba durmiendo una siesta, llamé al jefe y le conté que me gustaría darle unas cosas que creería que el podría hacerle llegar a su dueño. El jefe no puso pegas y se mostró de acuerdo en que fuese a visitarlo, me indicó la dirección y como llegar.
Le dije a mi madre que debía salir a la biblioteca a coger un libro que necesitaba para clase, se ofreció a llevarme pero la convencí de que debía ir sola y aprenderme el pueblo para no depender siempre de ellos.
Mi madre me dio las llaves de mi padre y fui al garaje en busca del todo terreno.
Lancé la caja con todas sus pertenencias a la parte trasera del coche, todas excepto la foto del chico de ojos dorados, sabía que no estaba bien pero me costaba desprenderme de ella.
Cuando saqué el coche del garaje me di cuenta de que una fina lluvia comenzaba a caer.
Salí del camino que llevaba hasta mi casa sin prisa y cogí la carretera dirección a Forks, no acostumbraba a conducir deprisa pero una vez que estuve en la carretera la impaciencia se apoderó de mi y he de confesar que pisé mas de la cuenta el acelerador.
Seguí las indicaciones del Jefe Swan tal y como me había dicho , aunque no era muy difícil encontrar algo en Forks dado a su reducido tamaño.
En poco tiempo estaba en la comisaría.
Saqué del coche la caja con las supuestas pertenencias de un de los miembros de los Cullen y entré en la oficina.
Pregunté por el comisario y me hicieron esperar unos 10 minutos aproximadamente, durante la espera, pensé que podría decirle y llegué por un momento a arrepentirme de estar allí, pero pronto deseché la idea.
El Jefe no tardo en salir y me recibió con un apretón de manos, me hizo entrar en su despacho, un espacio pequeño y bastante desordenado.
Me indicó que me sentara en la silla de enfrente y me preguntó:
- Bueno creo que hay algo que quieres que haga llegar a su dueño¿ no es así?
- Si , en realidad creo que es usted el único que puede hacerlo
- Y eso ¿ por qué?
Abrí la caja que sostenía en mis brazos y extraje las fotografías a excepción de la de mi ángel dorado.
- básicamente por esto. – le entregué al comisario las dos fotografías.
El comisario se quedó largo rato mirándolas, pero no pude descifrar su expresión.
- ¿ De donde las has sacado? – me preguntó con interés.
- Estaban en esta caja, junto con estas otras cosas – comencé a sacar uno a uno los objetos y los fui depositando sobra la mesa de trabajo del jefe Swan.
- ¿ Y la caja?
- La encontré en el garaje de mi casa.- contesté rapidamente.
El comisario adoptó una postura mucho mas cómoda reclinándose en su asiento y tras un breve tiempo sin decir nada, por fin comenzó a hablar.
- Deberías dejarlo donde estaba, no creo que pudiese hacérselas llegar a su dueño.
- Pero.. ¿ por qué? – pregunté con sorpresa.
- Fácil, no se donde está. - contestó el.
- ¿ Y la chica?
- ¿ Que ocurre con la chica? – quiso saber.
- Bueno ¿ quien es? ¿ es familiar suyo?
- Si, es mi hija Bella .
- Y... Y ¿el chico? – me estaba pasando con tantas preguntas? ¿ cuando llegaría el momento en el que el jefe de la policía de forks me dijera que me metiera en mis propios asuntos...
Pero para mi sorpresa, el comisario parecía estar de humor y contestaba sin reparo a todas mis preguntas.
- Es Edward Cullen- contestó señalando a mi ángel de la fotografía.
Así es que se llamaba Edward, que nombre tan pasado de moda , aunque en realidad no me importaba mucho que clase de nombre tuviese, para mi, era mi ángel de ojos dorados.
La curiosidad ahora me devoraba por dentro, y mas que nunca sentía la necesidad de saber.
- ¿ Eran novios? Pregunté un poco avergonzada
- Lo eran, pero de eso hace ya muchos años, los mismos que hace que todos los Cullen se marcharon.

- Claro al Dr. Cullen le ofrecieron una oferta mejor ¿verdad? – le pregunté al comisario
- Eso dicen por aquí, la verdad es que nunca tuve muy claro el motivo de su marcha.
- Y...¿ su hija se marchó con ellos?
- Oh no! Edward la rompió el corazón y desapareció junto con su familia, fue algo extraño, algo... inesperado. estas fotografías son tomadas un día antes de aquello.
- Lo siento, tuvo que pasarlo muy mal.
- Si, lo pasó francamente mal , le costó una grave depresión que tardó mucho tiempo en superar.
- ¿ Nunca mas hablaron? -Pregunté - seguía tentando mi suerte, pues sabía que aquello no era de mi incumbencia.
- Nunca. Bella se marchó de Forks Estudió en Phoenix y después se mudó a Florida..
- Vaya... -acerté a decir.Creo que deberías volver a tu casa antes de que anochezca y llueva con mas fuerza

Al parecer el comisario ya había decidido que por hoy bastaba de preguntas.
- Gracias por todo,- le tendí la mano que estrechó con gesto amable y me dispuse a recoger todos los objetos y depositarlos de nuevo en la caja.
Agarré la caja y cuando me disponía a darme la vuelta para marcharme el comisario hizo una pregunta mas.
- ¿ Y ahora que harás con todas esas cosas?
- Supongo que las dejaré donde estaban, tal y como me ha dicho usted.
- Será lo mejor, si su dueño no las llevó consigo sería porque no las querría o no significaban nada para el ¿ No crees?
- No lo se... no conozco tan bien como usted la historia - contesté desafiante.
- Ni si quiera yo la conozco... – y vi como su mirada se perdía a traves de la ventana.