Otra alternativa ( capítulo 14 )

La visita
Era sábado, el día estaba nublado, no lo suficiente como para mi tranquilidad, por momentos el sol se ocultaba bajo unas espesas nubes pero en otros momentos se hacía ver
No era el día mas apropiado para salir, pero me negaba a quedarme otro día mas en casa, con una gorra y buena ropa, el poco sol que hubiese no podría hacerme daño.
Desayuné con mis padres que se marchaban a la playa con Chloe y les dije que no me movería de casa en todo el día ya que tenía mucho que estudiar. Eso les tranquilizó y en cuanto se marcharon comencé a prepararlo todo.
Saquee la nevera , cogí ropa de mi padre y unas cuantas mantas del armario, además de unas toallas y algunos de mi libros que ya me sabía de memoria. Lo metí todo en una mochila de montañero . Esta vez Rusty no me acompañaría, pues estaba con mis padres. así que salí de casa sola, crucé el río como ya lo había hecho mas de una vez, intentaba protegerme en las sombras de los árboles, pues para mi desgracia el sol le estaba ganando la batalla a las nubes.
Llegué a la cabaña, todo estaba como siempre, pero de mi “nuevo amigo” ni rastro.
Me senté bajo la sombra de un árbol, estaba decidida a esperarlo, no tenía prisa y mis padres regresarían tarde.
Pasó una hora, dos, tres y cuando ya llevaba 4 horas de espera comencé a pensar que no tenía mucho mas que hacer allí. Estaba claro que no acudiría nadie, o eso o no quería verme.
Me acerqué hasta la puerta de la cabaña y eché una ojeada al interior. No había nadie.
Decidí que lo mejor sería dejar todo lo que había traído conmigo allí, él lo encontraría y seguro le vendría bien. Ya me lo agradecería otro día.
Cuando me di la vuelta vi como dos ojos fieros se clavaban en mi, era una criatura enorme, un lobo me enseñaba sus afilados colmillos. No tenía escapatoria, para colmo el sol brillaba con mas fuerza que nunca, me sentía acorralada.
¿ Qué podía hacer? Apenas tenía unos segundos para pensar antes de aquel enorme lobo se me zampase.
De pronto no se como, el lobo ya no estaba ante mí, algo muy rápido y fuerte lo había apartado del campo de visión y ahora ambos se revolcaban en el suelo en una lucha encarnizada, ¿ otro lobo tal vez?
Eché a correr lo mas rápido que pude, me adentré en el bosque y corrí sin mirar hacia atrás, cuando estuve segura de que no me seguía nadie me detuve. Pude comprobar que me había adentrado demasiado en el bosque, no sabía donde me encontraba. Estaba perdida.
Cogí todo el aire que pude y lo solté despacio, un ejercicio que me ayudaba a tranquilizarme. Comencé a andar, mientras caminaba, me daba cuenta de que estaba mas y mas perdida. La sombras de los árboles me protegían del sol que sin duda había sabido deshacerse de las espesas nubes y lanzaba rayos amenazadores.
Pensé que quizás fuese mejor detenerme y no intentar avanzar, pues solo conseguía empeorar mi situación. Comenzaba a sentirme desesperada, cansada y hambrienta, mis padres seguro que habrían regresado y habrían puesto el grito en el cielo al no encontrarme en casa.
Comencé a llorar, me sentía impotente, últimamente nada salía como quería y ahora me encontraba en cualquier parte del bosque con la certeza de que en aquel bosque habitaban lobos.
Cuando conseguí tranquilizarme intenté recordar los pasos que había dado y me puse de nuevo en marcha, comenzaba a caer la tarde, apenas tenía fuerzas, nada me resultaba familiar, en aquel bosque todo era igual, árboles, maleza... De nuevo me senté para descansar, apoyé la espalda contra una gran roca y cerré los ojos. No podía evitar que las lágrimas rodasen por mis mejillas ,con los ojos cerrados me sentía mejor, quizás me durmiese por el cansancio, eso era una mala idea, un lobo podía aparecer por allí y no tardaría demasiado en comerme.
En esas estaba, cuando escuché a mis espaldas la mas maravillosas de las voces.
Como yo, estaba apoyado sobre la misma roca, a mi espalda, tan sólo nos separaba aquel trozo de piedra. No sentí la necesidad de girarme, ni tan siquiera abrí los ojos, Su voz me bastaba , me reconfortaba y me sosegaba.
-Gracias por el kit de supervivencia, creo que me será muy útil... – Pude notar una nota cómica en estas palabras, aunque no comprendí por que me lo decía.
- De nada – acerté a decir.Iba a preguntarle que hacía aquí pero debió de leerme el pensamiento, pues se me adelantó.
- Tengo un buen sentido de la orientación, conozco bien el bosque. Creo que no hiciste caso de mi recomendación
- ¿ Qué recomendación? – pregunté
- Te dije que no te adentraras en el bosque.
- Lo sé, me he perdido, un lobo quiso atacarme.
De pronto dejé de escuchar la voz y me alteré, iba abrir los ojos cuando noté que me cogía la mano, su piel era fría pero me agradaba lo fina y suave que la sentía. No le había escuchado moverse, como si hubiese volado hasta mi, era increíblemente sigiloso en sus movimientos.
- Te llevaré a casa- dijo con toda la dulzura del mundo.. Abrí despacio los ojos, las lágrimas me impedían ver con claridad, enjugué mis lagrimas con el dorso de mi mano y así aclarar mi visión, cuando logré ver con total claridad pude comprobar cuan hermoso era el rostro que me miraba con ojos dulces y acaramelados, yo conocía a ese rostro, le había visto antes, es mas lo veía todos los días, me acompañaba a donde quiera que fuese, sabía quien era, por su puesto ,era el ser mas hermoso que había visto jamás, no habría dos iguales solo uno como el, solo un Edward Cullen.