Su Fiel Amigo (Capítulo 10)

CAPÍTULO 10: “A contrarreloj”

Paré la mirada en ellos durante varios segundos. Después de darme cuenta de la situación corrí hacia ellos quitándome de encima a todo aquél que se cruzaba conmigo. Leah abrazaba fuertemente a su hermano, derramando sus lágrimas sobre él. El joven permanecía inerte en el regazo de su hermana sin pulso alguno.

- Seth… Seth amigo… -susurré – venga, contéstame Seth! – le exigí sollozando. Le golpeé suavemente un lado de la cara para que reaccionara. Leah, después de pedirme silencio, bajó la cabeza hacia el pecho de Seth y puso la oreja allí, donde esperó quieta unos minutos.

- No escucho nada Jake… - me dijo con los ojos irritados de tanto llorar. La joven se desprendió del cuerpo sin vida de su hermano y se abalanzó sobre mí para abrazarme.

- Ha sido mi culpa Jake… he sido tan estúpida estos últimos meses…

- Vale Leah – la interrumpí. La rodeé con mis brazos por la cintura y la traje hacia mí abrazándola delante de todos. Dejé que llorara en mi hombro mientras la abrazaba cada vez más fuerte dándole así calor a su cuerpo de hielo. Subí la mirada para ojear nuestro alrededor. Estaba toda la manada a nuestro lado apoyándonos y llorando la pérdida de Seth. Entonces me di cuenta que los vampiros habían desaparecido.

- ¡Edward! – dije expectante.

- Han desaparecido! – objetó Sam.

- No, Bella! – finalizó Leah. – Jake… vamos no podemos dejar que se salgan con la suya.

- Estas segura que quieres seguir con esto? – le pregunté.

- Si, ha sido todo culpa mía, y tengo que acabar esto por Seth… y por ti. – Sus ojos estaban muy brillantes, no paraba de derramar lágrimas. Me cogió de la mano y me llevó hacia ella, enlazándonos con un tierno beso.

- Lo siento… - se disculpó. Luego echó a correr en dirección a la casa de Bella.

Todos estuvieron expectantes a ese momento, pero luego, sin decir ni una sola palabra volvimos a nuestras formas lobunas. Embry se echó en el lomo el cuerpo sin vida de Seth y todos juntos nos dirigimos a casa de los Swan. Pero ya era demasiado tarde.

Todo aquello era un verdadero desastre. Los árboles, los enormes arboles que envolvían la casa estaban por los suelos menos dos, que habían caído justo encima de la casa destrozándola por completo. Sólo permanecía intacto el gran ventanal de la cocina.

Sam se alejo de nosotros adentrándose en ese gran desastre en busca del jefe de policía y su hija. Mientras, Quil y Leah exploraban los alrededores junto a otros lobos. Yo… me quedaba sentado en el bordillo de la acera de enfrente. Me senté allí, coloqué la cabeza entre las piernas… y lloré. Aquello era demasiado. Todo se estaba descontrolando. Primero Leah… cambiando su forma de vida… su personalidad… dejándome solo, abandonado. Ahora Seth… Bella? Debíamos encontrarla cuanto antes.

- Bella? Charlie? – se escuchaba de lejos.

Unos segundos después aparecía Sam con un cuerpo en brazos. Estaba innerte, sin pulso… como Seth. Cuando estuvo a unos pasos más cerca de mi, pude ver que era Charlie el que permanecía en los brazos del gran lobo. Me levanté corriendo hacia ellos, esta vez sin pensármelo dos veces.

- Charlie! – grité cuando llegue a su lado. – Charlie!

El hombre recobró el pulso unos segundos después… como también recobró la consciencia y el habla.

- Bella… - dijo el jefe Swan.

- Donde está, Charlie, que ha pasado? – le pregunté nervioso y angustiado.

- Se la han llevado.